“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” -San Juan 1:14
El Hijo De Dios, la Segunda Persona de la Trinidad se hizo hombre y habitó entre los hombres. Participó de nuestra historia y de nuestras actividades humanas. La gloria De Dios fue vista y palpada por aquellos que lo vieron y anduvieron con Él. El libro a los Hebreos dice de Jesús “él es la gloria del Dios invisible”.
El versículo dice que Jesús estaba lleno de gracia y verdad. Tomemos la última descripción primero. Lleno de verdad; Él es la personificación de la verdad. En Él está toda la verdad; toda verdad está en Él. Es Él quien nos hace libre de la mentira y oscuridad exponiéndonos a Él que es la verdad. Mientras más nos acercamos a Él más vemos claramente las cosas como son en verdad. Mientras vivamos alejados de Él más y más aceptaremos la mentira y la oscuridad.
Lleno de Gracia. En Jesús Dios nos visitó para que no perdamos nuestras almas por la eternidad. Dios a través de Jesús nos a dado una puerta grande y espaciosa por donde entrar. Esto es la gracia De Dios en acción. En Jesús toda la misericordia De Dios está en máxima expresión para todo aquel que cree en el Nombre del Unigénito De Dios. En Jesús Dios nos da todo lo que no merecemos, es decir: el perdón de todos nuestros pecados. A esto le llamamos la Gracia De Dios.
Corre hacia Jesús, quien es el Camino, la Verdad, y la Vida.